
Lo mejor de la infancia es que siempre que gritabas ¡LA MERIENDAAAAAA!!!! aparecía alguien en minutos con un mega bocata en la mano hecho con cariño y profesionalidad; sólo tenías que decir gracias y la operación se repetía todos los días...
Ahora sentado escribiendo esto me gustáría gritar ¡EL DESAYUUUUNO!!! y que un alma cándida me sirviera en la mesa un desayuno como los que hacía el VIPS antiguamente.
Ayer entrené y ahora estoy como si hubiera estado en un concierto de los Dead Kennedys en primera fila. Encima alguien me dijo que tenía catarro y me lo ha pegado, porque a mi si me dices alguna enfermedad me la pegas aunque sea tropical, he llegado a tener dolores menstruales, malaria y paperas cuatro veces.
Lo mejor del día de ayer fueron las cervezas que tomamos Mr. Palance and myself y el capítulo de Lost en el que explican el pasado del gordo...
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