lunes, 12 de febrero de 2007

San Valentín


Detesto.

Detesto lo que siempre sabe bien, lo que siempre huele bien, lo que siempre suena bien.

Detesto las personas que hacen que una ciudad sea la primera de Europa en calidad de vida, detesto a los niños que no saben poner un vinilo, que no tienen costras en las rodillas, que no se han reido del empollón de la clase.

Detesto a quien no se emborracha por amor y a quien no se emborracha por desesperación, a quien no ha hecho daño conscientemente, a quien no ha odiado por sentir el odio.

Detesto al que tiene la contestación adecuada , rápida y con sonrisa reluciente, amablemente dice sí.
Detesto los documentos ordenados de los bancos, las velas en fila de las iglesias, las teleoperadoras de dos en dos.

Detesto todo lo detestable, lo perfecto, lo bello.

Detesto que los planes salgan bien.


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